Si de belleza fuese la tinta de este escrito, no veríamos palabras sino hechos.
Si de belleza estuviera escrita la mentira, me hundiría en la ficción de tenerte a mi lado.
Si de belleza se tiñese la lejanía, de rojo, morado o rosado pintaría nuestras distancias.
Si de belleza se llenaran las horas de ausencia, la espera no sería más eterna que un suspiro.
Si de belleza me nublaran tus evasivas, sería un ciego esquivando mis halagos.
Si de belleza transcurrieran los desvelos, insistiría aun más en buscar la madrugada.
Si de belleza se llenaran los adioses, no temblarían mis manos al caer cada día la noche.
Si de belleza estuviesen hechas las lágrimas, serian dignas de rodar por tus mejillas.
Si de belleza llenaras tus ojos, verías lo que yo cuando veo tu rostro.
Si de belleza se llenan mis oídos, sabré que es la voz que despierta mis sentidos.
Si de belleza fuese todos lo que escribo, tal vez esto nunca hubiese existido.