Historia regalada, que nació entre mis dedos y brotó de inspiración. Recuedo que solo cerré mis ojos y lo siguiente lo escribí. Solo este breve momento he guardado para mi, para enmarcarlo aquí en mi pared

....Ahora ambos bajo el umbral de la puerta cada cual mas descolocados por el momento, soñando momentos guardados. Un montón de hojas de muérdago sobre sus cabezas recuerdan el ambiente festivo, que por un momento se deshizo en las miles de horas de mutuo conocimiento, pero al que ambos deciden ignorar al conocer la leyenda que se cierne sobre él.

Para ambos son momentos confusos, incluso lo son para mi que tan solo los relato. sin embargo algo aun queda en su mirada. Ella mirando el lugar, iluminado por la claridad del día, desdibujando de su mente cuan grande o pequeño lo imaginó. El por su parte, solo tiene ojos para ellas, tan solo tendría que alzar sus manos para rozar sus cabellos, sentir lo terso de rostro o delinear con sus dedos su mirada. y aunque sus impulso lo insta a hacerlo, de súbito se coarta ante la sonrisa que de ella se escapa. Sus actos reflejos los omiten, los pasan por alto, no piensan, no razonan, no nada. Sus manos imantadas son punta de lanza hacia otro lugar. Arriba.

Momentos mas tarde se lamentará por la falta de cortesía; la arrastró a su lugar si mediar preguntas ni palabras galantes; esta vez sus ímpetus triunfaron pero no sin olvidar su esencia.

-Cierra tus ojos- le dijo, y ella obedeció sin emitir juicios, llevo sus manos a la cara y en el limbo de oscuridad avanzó. Del aire saco una rosa y frente a ella la posó, no lo tenia premeditado ni mucho menos, pero se la habia prometido ya mucho tiempo atras. Tan bella aun estaba que la imagen en su mente se perpetuó. Sin abrir los ojos a su pecho ella la llevó, no medito en las espinas, provablemente ni que era su rosa recordó.

Al fin frente a la puerta se escucho -por fin has llegado aun lugar que solo en tu mente conoces-.

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